El 13 de diciembre de 2013 a las 23 horas tuvo una revelación que provocó en el artista un cambio radical, un cambio de sistema, incluso en su manera de percibir la vida, similar a una experiencia emancipadora. La serie Los Magos, comenzó el 24 de diciembre de 2013, primera nochebuena de elegida soledad en su apartado atelier y que marcó el presagio de un nuevo nacimiento. Prendió una vela para iluminar su oscuro atelier y mientras observaba la llama candente y puntiaguda de esa vela visualizó un bonete de mago.

Esta serie comenzó primero a partir de dibujos y textos en los que aparecían estos magos con bonetes puntiagudos, que representan el momento exacto en el que los seres humanos encontramos de manera inesperada la clave y los recursos para salir de las tormentas y de los pozos que con frecuencia nos presenta la vida. Esta magia está presente en todos cuando la luz se abre camino entre enraizadas oscuridades. La magia significa la búsqueda de la felicidad y la esperanza transformadora.

Esta idea estuvo presente a lo largo de toda su obra, plasmada en sus mágicos cielos, pero en esta serie el foco fue ubicado en el ser humano. Esta serie le permitió a Emilio Bolinches convertirse en Mago al comprender que sus dos vidas, la del arte y la afectiva siempre fueron una. Su amada siempre fue la pintura y esa revelación se transformó en una serie de historias de magos plasmadas en lienzos.